Lo echaste todo a perder con solo una mirada.

Estabas a punto de olvidarle, todavía los recuerdos te perseguían, por que no es fácil olvidar tantos recuerdos, pero lo estabas consiguiendo. Ya era mucho tiempo y era necesario. No merecías estar tanto tiempo pasándolo mal. A ti te daba igual lo que te dijera la gente, tu seguías con tus rayadas y tus cosas. Esa gente que te decía: 'Olvídalo ya, es un cabrón' no sabían lo que decían por que no te conocían. No sabían lo que te decían por que tu no sabías lo que sentías realmente. A punto de olvidarlo, y de repente ocurre, aparece de la nada, con esa mirada seductora que te volvía loca y a la que no te podías resistir. Y todo ese esfuerzo que hiciste para intentar olvidarlo no sirvió para nada, por que volvías a estar locamente enamorada.