Hagamos un recuento de los buenos ratos.

Sinceramente, el 2012 no ha estado tan mal. Ha tenido sus cosillas malas, pero ha tenido mil buenas. He conocido a mucha gente que ahora forma mucho en mi vida, que sin esa gente no podría seguir y me han ayudado mucho. También ha salido gente de mi vida, y no me arrepiento. Por que a veces, la gente que sale de tu vida te hace un favor, permite que ocupen mas espacio las personas que de verdad quieren estar a tu lado. Da todo por las personas que te quieren, ya que ellas lo harán por ti.

Y sus cosas malas, no es que haya tenido buena suerte en nada. Pero tampoco me quejo, estoy acostumbrada a que la suerte se ponga en mi contra. Cada vez que hago algo y cagarla. Ese miedo con el que vives de no hacer las cosas como te gustaría.
Empecemos por enero del 2012, no he tenido nada grande, sólo un día de fiesta que hay en reyes en mi pueblo y nada más. En febrero igual, no me ha pasado nada interesante. Bueno, en marzo, fui a Francia de intercambio, algo inolvidable, y conocí a gente increíble. Fue un buen mes. Excepto por las notas, que fueron pésimas.  En abril vinieron los franceses, y si que estuvo bien. Con sus más y sus menos, pero sí. Mayo, este mes fue sin palabras. Para empezar, conocí a una de las personas más importantes para mi ahora, mi Sarai, luego eran las fiestas de mi pueblo, que, sin palabras. Lo mejor que me ha pasado en el año. Me arrepiento de algunas cosas pero bueno, ya no hay vuelta atrás. Y desde luego con los mejores, ellos. Mis trece.
Junio, las notas, buf, fatal. Estuve sin salir mucho, y me quedé sin ir al concierto de Maldita Nerea y otros conciertos, fue lo peor. Julio estuvo bien, con las fiestas del pueblo de Marta, tardes de piscina... Pero Agosto llegó desfasando con las fiestas de mi otro pueblo, con mi ANHQB, que son geniales ellos, hacen todo mucho más fácil y mejor. Y más tarde, el verano cultural en mi pueblo, genialisimamente la hostia. Septiembre, empezó mal con los exámenes de recuperación pero de lo malo malo aprobé y pasé de curso. Estuve hablando con una persona mucho tiempo aun que al final no llegó a nada. Octubre, que mes. Sin palabras ni comentario. Y llegó noviembre, el mejor mes del año. Conocí a ese rubio que... en fin, no salió como yo quería pero siempre quedarán los recuerdos. Y ese 22 de noviembre conocí a Nerea, que ahora es demasiado importante para mi como para perderla. Diciembre llegó pisando fuerte, y aquí estoy.